Pequeña Poesía:
Entrega sexta.
Debo buscar lo esencial,
pero ¿dónde hallar esa pócima milagrosa?,
¿en qué recóndito rincón estará agazapada
esa piedra filosofal?,
¿qué caminos conducirán al habitáculo de su sentido?
Lo esencial… Maldita palabra inescrutable.
¿Existirá acaso?...
Seguiré rasurándome con cuchillos de plástico
y bañándome en depósitos de arena,
confiando en que la antigua mugre reseca se desprenda
con la llegada de la nueva.
Lo esencial… ¿Será uno de esos vocablos
que el diccionario eliminará en próximas cribas?
Quizá así el mundo se quede más tranquilo.
Antonio Cruzans