Pequeña Poesía:
Entrega cuarta.
Frente a mi ventana una pared diluye
cada instante un poco de su primigenia pureza,
en un monótono balcón con persianas echadas,
agonizan geranios cautivos de tiestos cárdenos,
mientras por la calle gatos taciturnos
persiguen sombras que gritan, pero que nadie escucha.
Frente a mi ventana la vida va abandonando estelas
que irán formando parte de neumáticos consumidos.
Antonio Cruzans