El caso es que aquella aldea ficticia ha llegado a ser
conocida por millones de personas y todo gracias a unos personajes, también de ficción, que han resistido a las huestes romanas de Julio César, este es real, y que se ha mantenido libre a pesar de
estar rodeada por campamentos enemigos que intentan dominarlos. Pero, con lo que no contaban los romanos es que entre los galos se encuentra un druida, Paronámix, que sabe hacer una pócima mágica
capaz de conceder unos poderes sobrenaturales a los habitantes del poblado dirigidos por el bonachón de su jefe, Abraracúrcix, quien es transportado por dos guerreros sobre un escudo y reprendido
constantemente por su gruñona esposa, Karabella. Aunque el líder indiscutible, y protagonista de todas las aventuras, es Astérix, bajito, pero muy persistente, inteligente, astuto y sagaz, siempre
acompañado por Obélix, alto y rechoncho, un gigantón bondadoso, bueno y excesivamente confiado, quien, de pequeño y a causa de su gula, cayó en el caldero de la pócima mágica y, a consecuencia de
ello, nunca le abandona la fuerza sobrehumana, por lo que es el único de la aldea que no puede beber de la pócima. Este, quien con frecuencia aparece cargado con un menhir, siempre va acompañado por
su fiel perrito Ideafix, y está enamorado platónicamente de la rubia y guapa Falbalá, la cual, a su vez, está enamorada de su novio Tragicómix. Y concluyendo con el bardo de la aldea, Asurancetúrix,
al que todo el mundo intenta hacer callar de cualquier modo, estos son los personajes principales de esta serie, aunque en ella aparecen muchísimos más tanto de galos, romanos o de cualquier otra
parte del planeta, dependiendo del lugar en donde se desarrolle la aventura.