Su voz, cargada de autoridad, abordaba los temas serios de
forma desenfadada e, incluso, cómica, lo que contribuyó a obtener grandes éxitos en películas como: When Harry Met Sally o Sleepless in Seattle, y a conseguir tres nominaciones al
Oscar al mejor guion entre las que destacan When Harry Met Sally y con Silkwood. Llegó a ser una directora de gran éxito y una de las guionistas mejor pagadas de Hollywood gracias a
sus representaciones cómicas del estilo de vida norteamericano, las relaciones de género y las construcciones de mujeres fuertes, pero no idealizadas.
Como periodista defendió los derechos de las mujeres, pero
siendo crítica con la degeneración a la que ella consideraba que estaban cayendo los movimientos feministas cargados de narcisismo y faltos de humor. Y es que Nora creía que el humor podía lograr
muchas más cosas que la polémica. Así mismo, se interesó por los aspectos populares y cotidianos de la cultura, los cuales no se estaban tomando en serio, e intentaba reforzar el papel que las
mujeres representaban en ese mundo cultural.
Nora Ephron nació en Nueva York el 19 de mayo de 1941,
siendo la mayor de cuatro hijas del matrimonio compuesto por Henry Ephron y Phoebe Wolkind Ephron, una pareja de guionistas cuyas obras todavía estaban inéditas a la llegada de la pequeña Nora,
manteniéndose la familia con el trabajo de Henry como director de escena para varios dramaturgos, entre ellos George S. Kaufman y Moss Hart.
Pero pronto los Ephron vieron sus esfuerzos compensados
cuando escribieron una obra basada en la llegada del bebé a la familia, Three’s a Family, la cual fue producida en Broadway y ellos consiguieron un contrato cinematográfico con Twentieth
Century-Fox, por lo que se mudaron los tres a Hollywood, donde Phoebe y Henry colaboraron en guiones para películas como Carousel (1956) y The Desk Set
(1957).
Luego fueron llegando las otras niñas y los Ephron se
convirtieron en una familia dinámica y alegre, donde las pequeñas crecieron en un ambiente de constante comunicación y debate, pues durante las comidas competían por la atención de los padres
contando anécdotas divertidas sobre sus actividades diarias o discutiendo sobre cualquier cosa, incluso sobre política, ya que los padres animaban a sus niñas a ser divertidas e interesantes, lo que
provocó que tres de las cuatro hijas se convirtieran en escritoras que colaboraron entre sí, en diversas ocasiones, para realizar guiones y las tres se casaron con escritores. Además de eso, el hecho
de que la madre trabajara al mismo nivel que el padre en una época en que las mujeres estaban destinadas a ser amas de casa, fue un modelo a seguir por sus hijas a las que transmitió la idea de usar
las experiencias de uno mismo como base para escribir.