Pink Floyd es una banda de rock progresivo que se formó en
Londres en 1965. Su música se distingue por su experimentación, sus letras profundas y sus shows impresionantes. Sus álbumes conceptuales son obras de arte reconocidas y admiradas por generaciones de
fans y músicos. La banda empezó con Syd Barrett (guitarra y voz), Nick Mason (batería), Roger Waters (bajo y voz) y Richard Wright (teclados y voz), creando un sonido psicodélico y vanguardista. Con
Barrett como líder, lanzaron dos singles exitosos, “Arnold Layne” y “See Emily Play”, y el álbum The Piper at the Gates of Dawn (1967), una joya del rock psicodélico.
Barrett tuvo que dejar la banda en 1968 por su deterioro mental causado por las drogas. Lo sustituyó David Gilmour (guitarra y voz), un amigo suyo de la infancia. La banda siguió explorando nuevos
horizontes musicales con álbumes como A Saucerful of Secrets (1968), Ummagumma (1969) o Atom Heart Mother (1970), pero sin mucha repercusión comercial. La situación cambió
con Meddle (1971), un álbum que mostraba la madurez y la cohesión de la banda. La canción “Echoes”, una suite de 23 minutos, se convirtió en un clásico del rock progresivo. El
siguiente álbum, Obscured by Clouds (1972), fue la banda sonora de la película La Vallée, del director francés Barbet Schroeder. El gran éxito llegó con The Dark Side of the
Moon (1973), el álbum conceptual que trataba temas como la locura, el dinero, el tiempo o la muerte. El disco fue un fenómeno mundial, y se mantuvo en las listas durante más de 14 años. Con
canciones como “Money”, “Time” o “Us and Them”, el álbum se convirtió en uno de los más vendidos de todos los tiempos, con más de 45 millones de copias. La banda siguió cosechando
éxitos con Wish You Were Here (1975), un homenaje a Barrett que incluía la épica “Shine On You Crazy Diamond”, y Animals (1977), una crítica social inspirada en la novela
Rebelión en la granja, de George Orwell. Sin embargo, las tensiones internas empezaron a hacer mella en el grupo, especialmente entre Waters y Wright. El conflicto llegó a su punto álgido
con The Wall (1979), el álbum doble que nos ocupa. Tras este lanzamiento, Wright fue expulsado de la banda por Waters, quien asumió el control total del grupo. El siguiente álbum, The
Final Cut (1983), fue prácticamente un disco en solitario de Waters, que lo dedicó a su padre muerto en la Segunda Guerra Mundial. El disco recibió críticas dispares y fue el último trabajo de
Pink Floyd con Waters. En 1985, Waters anunció su salida de la banda y demandó a Gilmour y Mason por el uso del nombre Pink Floyd. Tras una larga batalla legal, Gilmour y Mason ganaron el derecho a
seguir usando el nombre y a tocar las canciones antiguas. Wright se reincorporó como músico de sesión y luego como miembro oficial. La nueva formación de Pink Floyd lanzó A Momentary Lapse of
Reason (1987), un álbum que recuperaba el sonido clásico de la banda y que fue apoyado por una gira mundial. El siguiente álbum, The Division Bell (1994), fue el último trabajo de
estudio de la banda, y contó con la colaboración de Wright en la composición. El disco fue otro éxito comercial y crítico, con canciones como “High Hopes”, “Keep Talking” o “Coming Back
to Life”.