Las ranas: una parodia de la tragedia y de la literatura en general, que relata el viaje de Dioniso al Hades
para traer de vuelta a Esquilo o a Eurípides. Dioniso quiere recuperar a un gran poeta trágico para Atenas, que está sumida en la decadencia cultural. En el inframundo, asiste a un concurso entre
Esquilo y Eurípides, que se disputan el trono de la poesía. Dioniso debe elegir al mejor, teniendo en cuenta tanto el estilo como el contenido de sus obras. Seguidamente os muestro un fragmento
humorístico de la obra, donde Esquilo y Eurípides se enfrentan en una batalla de versos, en la que se critican mutuamente sus defectos y sus méritos. El diálogo está lleno de ironía, sarcasmo y
alusiones a otras obras y autores.
EURÍPIDES.- ¡Ea!, comienza tú
primero, si quieres, o déjame a mí.
ESQUILO.- Empieza tú, pues eres más
joven. Yo te seguiré después.
EURÍPIDES.- Pues bien, escucha cómo
voy a despedazarte con mis versos.
(Recitando)
¿Qué es lo que has hecho tú por la ciudad, qué beneficio le has aportado
con tus obras tan graves y tan hinchadas, llenas de pompa y de faramalla?
Nada más que entretener a los espectadores con falsas ilusiones y quimeras,
con tus trucos escénicos y tus máquinas, con tus dioses que salen de la nada,
con tus héroes que hablan por los codos, con tus coros que cantan a la luna.
No has enseñado nada útil ni provechoso, nada que sirva para la vida real.
Solo has fomentado el orgullo y la violencia, la tiranía y la opresión.
Has hecho de los atenienses unos fanfarrones, unos locos, unos insensatos.
Has despreciado el arte y la razón, has ignorado la naturaleza y la verdad.
Has sido un mal poeta y un mal ciudadano, un mal ejemplo y una mala influencia.
DIONISO.- ¡Por Zeus! ¡Qué bien ha
hablado! ¡Qué bien ha atacado!
ESQUILO.- ¿Te ha gustado lo que ha
dicho? ¿Te ha parecido convincente?
DIONISO.- Sí, mucho. Me ha parecido
muy agudo y muy elocuente.
ESQUILO.- Pues espera a oír lo que yo
le voy a decir. Verás cómo lo dejo mudo y confundido.
(Recitando)
¿Qué es lo que has hecho tú por la ciudad, qué beneficio le has aportado
con tus obras tan vulgares y tan bajas, llenas de vicio y de inmoralidad?
Nada más que corromper a los espectadores con falsas doctrinas y sofismas,
con tus argumentos retorcidos y perversos, con tus personajes ruines y mezquinos,
con tus mujeres que engañan a sus maridos, con tus esclavos que se rebelan contra sus amos,
con tus coros que insultan a los dioses, con tus héroes que mueren como ratas.
No has respetado nada sagrado ni honorable, nada que merezca admiración o veneración.
Solo has fomentado el libertinaje y la impiedad, la anarquía y la subversión.
Has hecho de los atenienses unos degenerados, unos cobardes, unos traidores.
Has deshonrado el arte y la tradición, has traicionado la patria y la religión.
Has sido un mal poeta y un mal ciudadano, un mal ejemplo y una mala influencia.
DIONISO.- ¡Por Zeus! ¡Qué bien ha
hablado! ¡Qué bien ha atacado!
EURÍPIDES.- ¿Te ha gustado lo que ha
dicho? ¿Te ha parecido convincente?
DIONISO.- Sí, mucho. Me ha parecido
muy fuerte y muy contundente.
EURÍPIDES.- Pues espera a oír lo que
yo le voy a decir. Verás cómo lo dejo herido y humillado.
Aristófanes es uno de los grandes autores de la literatura
universal, que ha influido en muchos escritores posteriores, como Molière, Swift o Voltaire. Sus obras son testimonios valiosos de la historia, la cultura y el pensamiento de la Grecia
clásica.
También fue famosa en su época la oposición de Aristófanes a
Sócrates y a Eurípides. Aristófanes, el gran comediógrafo de la antigua Grecia, se enfrentó en sus obras a dos de las figuras más relevantes de su tiempo: el filósofo Sócrates y el trágico Eurípides.
Sus motivos se relacionan con su defensa de los valores tradicionales de Atenas frente a las innovaciones que consideraba perjudiciales para la sociedad, la religión, la política y la
literatura.