Un trabajo de… 

American Psycho es una novela publicada en 1991 por Bret Easton Ellis que describe, en primera persona, los episodios en la vida de un yuppie asesino de Manhattan a finales de los años 1980. La novela está escrita tal como la escribiría un psicópata, en un estilo que expresa sus obsesiones, manías, sadismos, odio y vacío existencial: un largo monólogo que puede llegar a parecer incoherente en algunos pasajes, pero que corresponde al contexto de desquiciamiento mental del personaje.

El protagonista se llama Patrick Bateman, un joven y rico banquero de inversiones que trabaja en Wall Street, idolatra al magnate Donald Trump, cena en los restaurantes de moda de Nueva York y es capaz de distinguir un traje Armani a cincuenta metros de distancia. También le gusta violar, torturar, asesinar y desmembrar a sus víctimas, que pueden ser desde sus colegas hasta prostitutas o indigentes.

La novela mantiene un alto nivel de ambigüedad a través de identidades equivocadas y contradicciones que crean la sospecha de que Bateman es un narrador poco fiable. Los personajes se presentan constantemente como personas distintas a ellos mismos, y las personas discuten sobre las identidades de otras personas que pueden ver en restaurantes o en fiestas. Profundamente preocupado por su apariencia personal, Bateman ofrece amplias descripciones de su régimen estético diario. Después de matar a Paul Owen, uno de sus colegas, Bateman se apropia del apartamento de Paul como lugar para alojar y matar a más víctimas.

El control de Bateman sobre sus impulsos violentos se deteriora. Sus asesinatos se vuelven cada vez más sádicos y complejos, pasando de simples apuñalamientos a interminables secuencias de violación, tortura, mutilación, canibalismo y necrofilia, y su comprensión de la cordura comienza a fallar.

American Psycho es una crítica corrosiva hacia el egoísmo y la depravación del capitalismo exacerbado: un retrato desolador, irónico y rabiosamente vigente de un mundo al borde del colapso en el que todavía vivimos. La novela fue muy polémica por su contenido violento y sexualmente explícito, y fue censurada o prohibida en algunos países. También fue objeto de varias demandas por parte de grupos feministas o defensores de los derechos humanos, que acusaron al autor de misoginia y apología del crimen.

La novela ha sido adaptada al cine en el año 2000 por la directora Mary Harron, con Christian Bale como Patrick Bateman. La película también fue muy controvertida y recibió críticas mixtas, aunque con el tiempo se ha convertido en un clásico de culto. Bale fue elogiado por su interpretación del psicópata americano, que le valió varios premios y nominaciones.

El estilo empleado por Bret Easton Ellis en American Psycho se puede describir como realismo sucio, ficción transgresiva y sátira. El realismo sucio es un movimiento literario que se caracteriza por retratar la vida cotidiana de personajes marginales, alienados o desencantados, con un lenguaje crudo, coloquial y sin adornos. Ellis muestra el lado más oscuro y depravado de la sociedad estadounidense de los años ochenta, con escenas de violencia, sexo, drogas y consumismo desenfrenado. La ficción transgresiva se basa en la exploración de temas tabú, polémicos o provocadores, como el crimen, el sadismo, el nihilismo o el deseo. Ellis rompe las normas morales y estéticas al narrar los actos atroces y aberrantes de su protagonista, Patrick Bateman, un asesino en serie que disfruta torturando y matando a sus víctimas. Y la sátira es una técnica literaria que consiste en criticar, ridiculizar o denunciar a una persona, una institución o una idea, mediante el uso del humor, la ironía o la exageración. Ellis utiliza la sátira para cuestionar los valores y el estilo de vida de la élite financiera y social de Nueva York, que se muestra como superficial, vacía y corrupta.

La violencia en American Psycho tiene un papel fundamental, tanto en el nivel narrativo como en el nivel temático. En el nivel narrativo, la violencia es el motor de la acción y el elemento que genera tensión, suspense e intriga. Los crímenes de Patrick Bateman son descritos con un realismo extremo y un detalle minucioso, lo que provoca una fuerte impresión en el lector o el espectador. La violencia también sirve para contrastar la doble vida del protagonista, que pasa de ser un ejecutivo exitoso y refinado a ser un monstruo sanguinario y depravado. En el nivel temático, la violencia es una forma de expresar la crítica social y la sátira que plantea la obra. La violencia de Patrick Bateman es el reflejo de la violencia del sistema capitalista, que fomenta el individualismo, el consumismo, la competitividad y la deshumanización. Bateman es un producto de una sociedad enferma, que no le ofrece ningún sentido ni propósito a su existencia, y que le hace sentir vacío, aburrido y alienado. La violencia es su única forma de escapar de la monotonía, de sentir algo, de afirmar su identidad y de rebelarse contra las normas establecidas. La violencia en American Psycho también tiene un papel estético y provocador. La obra busca romper los límites del género literario y cinematográfico, al mezclar elementos del thriller, del humor negro, del drama psicológico y del terror. La novela también busca generar una reacción en el público, al mostrar escenas que pueden resultar chocantes, repulsivas o inmorales, al mismo tiempo que pretende cuestionar los valores y las convenciones de la cultura dominante, al exponer su hipocresía, su corrupción y su decadencia.

Pero también podemos encontrar otros temas, además de los anteriormente citados, en American Psycho, como, por ejemplo: La identidad: El personaje de Patrick Bateman sufre una crisis de identidad, ya que no sabe quién es ni qué quiere. Se siente atrapado en un rol social que no le satisface, y que le obliga a seguir unas normas y unos rituales que le resultan vacíos y absurdos. Bateman no tiene una personalidad definida, sino que se adapta a lo que se espera de él en cada situación, imitando a otros o siguiendo las modas. Su nombre es constantemente confundido con el de otros, lo que refleja su falta de individualidad y su intercambiabilidad. Bateman intenta escapar de su alienación mediante la violencia, que le permite expresar su verdadero yo y diferenciarse de los demás. Sin embargo, la violencia también le hace perder el contacto con la realidad y cuestionar su propia existencia. La sexualidad: El personaje de Patrick Bateman tiene una relación problemática con su sexualidad, que está marcada por el machismo, el sadismo y la inseguridad. Bateman trata a las mujeres como objetos sexuales, a las que somete, humilla y asesina. Su violencia hacia las mujeres revela su odio y su miedo hacia el sexo femenino, que considera una amenaza para su poder y su identidad masculina. Bateman también muestra signos de homosexualidad reprimida, como su obsesión por el físico de otros hombres, sus fantasías con Paul Allen o sus encuentros con Luis Carruthers. Su sexualidad es una fuente de conflicto y confusión para él, ya que no se ajusta a los estándares heteronormativos de su entorno. La cultura popular: El personaje de Patrick Bateman es un consumidor compulsivo de la cultura popular de los años ochenta, especialmente de la música pop, el cine y la televisión. Bateman utiliza la cultura popular como una forma de escapar de su aburrimiento y su vacío interior, pero también como una forma de integrarse en la sociedad y aparentar normalidad. Bateman demuestra tener un conocimiento enciclopédico de los artistas y las obras que consume, pero sus opiniones son superficiales y carentes de criterio propio. La cultura popular también sirve como contrapunto irónico a la violencia de Bateman, creando un efecto cómico y grotesco.

La novela se ambienta en Manhattan, el distrito más poblado y cosmopolita de la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos. Manhattan es el centro financiero, cultural y mediático del país, y alberga algunas de las instituciones y lugares más emblemáticos, como Wall Street, Broadway, Times Square o Central Park. Su ámbito temporal se sitúa a finales de los años 1980, una época marcada por el auge económico, el consumismo, la globalización y la cultura popular. Los años ochenta fueron una década de prosperidad y optimismo para Estados Unidos, que se consolidó como la única superpotencia mundial tras el final de la Guerra Fría. Sin embargo, también fue una década de desigualdad social, corrupción política, crisis ecológica y conflictos internacionales. Y el entorno social se centra en la vida de los yuppies, un término que se usa para referirse a los jóvenes profesionales urbanos que trabajan en el sector financiero o empresarial, y que se caracterizan por su alto nivel de ingresos, su estilo de vida sofisticado y su ambición personal. Los yuppies son el símbolo de la élite social y económica de Manhattan, que disfruta de los beneficios del capitalismo y la modernidad, pero que también sufre de estrés, competitividad, superficialidad y vacío existencial.

En conclusión, American Psycho se trata de una obra maestra de la literatura contemporánea, que ofrece una visión crítica, original y perturbadora de la sociedad estadounidense de finales del siglo XX. Combina elementos de diferentes géneros, como el thriller, el humor negro, el drama psicológico y el terror, para crear una narrativa que atrapa, sorprende y desafía al lector. Y en ella también plantea temas universales y actuales, como la identidad, la sexualidad, la violencia, el capitalismo y la cultura popular, que invitan a la reflexión y al debate. La novela es una obra compleja, ambigua y polémica, que no deja indiferente a nadie y que ha generado múltiples interpretaciones y reacciones.