Durante la década de 1940, considerada la “Edad de Oro” de
los cómics, fueron apareciendo muchos más superhéroes, aunque entre ellos destacaba el Capitán América, aprovechando la popularidad de estos como medio de propaganda haciéndoles luchar contra los
nazis y los japoneses, incluso antes de que los Estados Unidos decidiera intervenir en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en las dos siguientes décadas las historias de superhéroes perdieron
interés entre los lectores, por lo que Goodman transformó Timely Comics en Atlas Magacines, creando su propia compañía de distribución y produciendo otros géneros como el humor, los westerns, terror,
guerra o ciencia ficción.
En 1956, la compañía rival DC Comics volvió a lanzar al
mercado títulos de superhéroes con bastante éxito comercial y Goodman decidió cambiar otra vez el nombre de su empresa de Atlas a Marvel Comics reivindicando el lugar que le correspondía. En la
década de 1980, esta empresa fue cambiando de manos en numerosas ocasiones, hasta llegar a convertirse en empresa pública, pero la caída de las ventas en la década de 1990 la llevó a la bancarrota.
Sin embargo, en 1998, gracias a la diversificación de sus productos y, en especial, al cine, salió a flote de nuevo con el nombre de Marvel Studios. En 2007 aparecieron los cómics digitales y en 2009
entró a formar parte de la Walt Disney Company.