CON DIEZ CAÑONES POR BANDA: Historia del Rey Transparente, de Rosa Montero, por Ancrugon.
"Soy mujer y escribo. Soy plebeya y sé leer. Nací sierva y soy libre. He visto en mi vida cosas maravillosas. He hecho en mi vida cosas maravillosas. Durante algún tiempo, el mundo fue un milagro. Luego regresó la oscuridad. La pluma tiembla entre mis dedos cada vez que el ariete embiste contra la puerta. Un sólido portón de metal y madera que no tardará en hacerse trizas..."
CON DIEZ CAÑONES POR BANDA: El príncipe pirata, de Edmundo Díaz Conde, por Ancrugon
El príncipe de los piratas es la historia de Íñigo Santa Cruz, llamado Lefthand por los ingleses, tan falsa como todas las leyendas y tan cierta como cualquier historia de piratas. (Edmundo Díaz Conde)
CON DIEZ CAÑONES POR BANDA: Sidi, de Arturo Pérez Reverte, por Ancrugon
No tenía patria ni rey, sólo un puñado de hombres fieles. No tenían hambre de gloria, sólo hambre. Así nace un mito. Así se cuenta una leyenda.
CON DIEZ CAÑONES POR BANDA: Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, por Ancrugon
“Yo nací en el año 1632 en la ciudad de York, de buena familia, pero no del país, ya que mi padre era un extranjero natural de Bremen que primero se instaló en Hull. Se hizo una buena posición gracias al comercio, y luego, abandonando sus negocios, se trasladó a York, en donde se casó con mi madre, cuya familia se apellidaba Robinson, una familia muy bien reputada en la comarca, y por lo cual yo me llamaba Robinson Kreutznaer; sin embargo, por una corrupción del nombre, cosa muy común en Inglaterra, ahora nos llaman, quiero decir que nos llamamos y así solemos firmar, Crusoe, y así es como mis compañeros me llaman siempre.”
CON DIEZ CAÑONES POR BANDA: Entre pólvora y canela, de Eli Brown, por Ancrugon
Entre pólvora y canela es una historia que parece salida de Las mil y una noches, un cuento apasionante repleto de aventuras y sazonado con un romance imposible sobre los océanos del planeta, a veces, amigos y, en otras, la boca de los mismísimos infiernos, y todo aderezado con la mejor comida jamás servida a bordo de un barco pirata, por medio de la cual, como una Sherezade de la cocina, va ingeniando platos para alargar su vida.
|