EL SUEÑO DE UN VIAJANTE: Capítulo I, por Antonio García Hernández
La doctora Manuela Gracia caminó con paso firme a lo largo del escenario hasta llegar al atril. Lo agarró con ambas manos y miró al público, triunfal y orgullosa. Paseó su mirada saltando de cabeza en cabeza y se detuvo un momento en una en particular, de pelo negro y canas incipientes.
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