PO - E - MAS: Romance del Duero, de Gerardo Diego, por Ancrugon.
Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
PO-E-MAS: A contratiempo, de José Hierro, por Ancrugon
Este poema tiene un son / que no es el suyo. Imaginad / que estamos bailando un bolero. / Pero la música que suena / yo no la oigo: es otro ritmo,
PO-E-MAS: Era un jardín sonriente, de Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, por Ancrugon
Era un jardín sonriente;
era una tranquila fuente
de cristal;
era, a su borde asomada,
una rosa inmaculada
de un rosal.
PO-E-MAS: No me aflige morir..., de Francisco de Quevedo, por Ancrugon
No me aflige morir; no he rehusado
acabar de vivir, ni he pretendido
alargar esta muerte que ha nacido
a un tiempo con la vida y el cuidado.
PO-E-MAS: Vino, primero, pura, de Juan Ramón Jiménez, por Ancrugon
Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
PO - E - MAS: Anoche cuando dormía, de Antonio Machado, por Ancrugon
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
PO - E - MAS: Los espinos, de Luis Cernuda, por Ancrugon
Verdor nuevo los espinos
tienen ya por la colina,
toda de púrpura y nieve
en el aire estremecida.
|