EL ARPA DORMIDA: Las flores del mal, de Charles Baudelaire, por Ancrugon.
Charles Baudelaire creó con Las flores del mal un monumento de la poesía moderna, donde plasmó su visión del mundo, el arte y el amor. Su obra maestra, que abarca casi dos décadas de producción poética, sufrió la censura y el escándalo por su audacia temática y estilística.
EL ARPA DORMIDA: Presencias. Antología pretérita, de Antonio Cruzans, por Rigoberto Cardells.
“Presencias” es, como el subtítulo indica: “Antología pretérita”, la recopilación de esos momentos pasados en los que me sentí suficientemente vivo, por unas circunstancias o por otras, como para no manifestarlos en unos poemas. No pretendo demostrar nada, ni ilustrar a nadie, pero me encantaría que alguien los leyese y los hiciese suyos a su manera, pues todo poema, una vez creado, deja de ser de quien lo escribió para pasar a convertirse propiedad de cualquier persona que sea capaz de sentir algo con su lectura.
EL ARPA DORMIDA: Dámaso Alonso y la noción de Dios, por Ancrugon.
“Luz y sombra, dos ciervas velocísimas, huyen hacia la fuente de aguas frescas, centro de todo. ¿Vivir no es más que el roce de su viento? Fuga del viento, angustia, luz y sombra: forma de todo.” (Dámaso Alonso)
EL ARPA DORMIDA: Vicente Aleixandre, la consumación de la poesía, por Ancrugon.
Si yo fuese un niño,
si yo fuese un niño, redondo, quieto y sumergido.
Sumergido, no; sacado a la luz, estallado hacia fuera,
exhibido en esa otra Creación donde un niño es un niño en su reino.
EL ARPA DORMIDA: Gerardo Diego, el poeta polifacético, por Ancrugon.
Todo lo que llevo dentro / está ahí fuera. / Se ha hecho -fiel a sí mismo- / mi evidencia. / Mis pensamientos son montes, / mares, selvas, / bloques de sal cegadora, / flores lentas. / El sol realiza mis sueños, / me los crea / y el viento pintor, errante, / -luz, tormenta- / pule y barniza mis óleos, / mis poemas, / y el crepúsculo y la luna / los avientan.
EL ARPA DORMIDA: Jorge Guillén. Cántico, por Ancrugon
Los Jardines
Tiempo en profundidad: está en jardines. / Mira cómo se posa. Ya se ahonda. / Ya es tuyo su interior. ¡Qué transparencia / de muchas tardes, para siempre juntas! / Sí, tu niñez: ya fábula de fuentes.
EL ARPA DORMIDA: Pedro Salinas: en busca de la esencia, por Ancrugon
Tú vives siempre en tus actos. Con la punta de tus dedos pulsas el mundo, le arrancas auroras, triunfos, colores, alegrías: es tu música. La vida es lo que tú tocas. (Pedro Salinas)
EL ARPA DORMIDA: Las Sinsombrero, unas mujeres para el recuerdo, por Ancrugon
Un grupo de mujeres españolas se atrevió a desarrollar una plena actividad artística como escritoras, pintoras, escultoras, ilustradoras, filósofas, ensayistas, periodistas o políticas en un mundo hecho a imagen y semejanza de los hombres. Sufrieron la guerra y el exilio como ellos, pero fueron ignoradas y el silencio cubrió sus nombres durante decenios.
EL ARPA DORMIDA: La poesía interior de Emily Dickinson.
Let me not thirst with this hock at my lip,
nor beg, with domains in my pocket –
(No dejes que tenga sed con este vino en mi labio
ni mendigues con tales dominios en mi bolsillo).
EL ARPA DORMIDA: Bisiesto, de Antonio Cruzans Gonzalvo, por Ancrugon
Bisiesto es un año y un día, como las penas de prisión, pero con palabras que se buscan para crear poesía.
Surgió de un reto, como un juego, por ver si era capaz de escribir un pequeño poema cada fecha de las trescientas sesenta y seis que iban a conformar el año 2016… y lo llevé a cabo.
EL ARPA DORMIDA: Miguel Hernández: "El hombre acecha", por Ancrugon
El pasado 28 de marzo se cumplían 75 años de la muerte de Miguel Hernández en una cárcel de Alicante y, a pesar de no entusiasmarme la conmemoración de las ausencias, hoy hago una excepción y me dispongo a ofrecer mi modesto homenaje a un hombre que no concebía la vida sin la pasión: pasión por la amistad, pasión por el amor, pasión por la democracia, pasión por la libertad, pasión por escribir…
EL ARPA DORMIDA: José Martí y la Niña de Guatemala, por Ancrugon
Al presenciar las noticias sobre la muerte de Fidel Castro y su posterior sepelio en el famoso Cementerio de Santa Ifigenia, situado en la ciudad de Santiago de Cuba, junto a la tumba de José Martí, me vino a la memoria una de esas pequeñas y entrañables historias de amor, más propias de la ficción que de la realidad, que tiene como protagonistas a este gran poeta y nacionalista cubano y a una jovencita guatemalteca, María García Granados y Saborio.
EL ARPA DORMIDA: La magia de las palabras. Wislawa Scymborska, por Ancrugon
Wislawa Szymborska amaba la poesía, la mimaba, la cuidaba, pero no le gustaba hablar sobre ella. Lo esencial de la poesía, para ella, eran las palabras, esas palabras cotidianas que utilizamos cada día, las de la vida diaria, por eso, Szymborska comenzó escribiendo relatos cortos, cada vez más cortos, hasta que se convirtieron en la esencia de una historia, y eso era poesía. Su poesía se nutría de la realidad, de todo aquello que ocurría a su alrededor, otra cosa era hasta dónde le llevaba su fantasía.
EL ARPA DORMIDA: La poesía testimonial de José Hierro, por Ancrugon
Para descubrir cómo es un poeta y saber algo más sobre su tiempo hay que leerlo, pues todos somos un producto de las circunstancias que nos rodean y de los seres con quienes nos codeamos y con quienes compartimos, en ocasiones, hasta las mismas raíces, y todo eso queda reflejado en las palabras de cada verso. El mismo José Hierro lo dijo: “El poeta es una hoja más entre los millones de ellas que forman el árbol de su tiempo. Raíces comunes las alimentan. Por eso, lo que dice de sí mismo es válido para los demás. Lo único que distingue al poeta no es su mayor sensibilidad, sino su capacidad de expresión. Es una hoja que habla entre hojas mudas”.
EL ARPA DORMIDA: César Vallejo y los golpes de la vida, por Ancrugon
Hablar de César Vallejo no es hacerlo simplemente de uno de los mejores poetas mundiales, sino de un hombre tan fecundo en su trabajo como en su vida personal, por lo que siempre se teme no llegar a reflejar dignamente la imagen de plenitud que inspira su obra. Tocó todos los géneros de la literatura con su característica destreza y calidad: poesía, narrativa, teatro, ensayo, traducción, periodismo… pero donde realmente floreció en todo su esplendor fue en la lírica, en la que, como buen observador de su tiempo, se dejó empapar de las diferentes tendencias que se iban sucediendo: modernista, vanguardista, revolucionaria y social, pero dejando bien marcadas sus huellas personales y su forma de hacer en cada momento.
EL ARPA DORMIDA: Juana de Ibarbourou, la novia de América, por Ancrugon.
Fue Juana de Ibarbourou la primera mujer uruguaya que tuvo la distinción de ser enterrada con honores de Ministro de Estado y ser velada durante el funeral en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo de Uruguay, el mismo lugar donde cincuenta años antes había recibido de manos del poeta Juan Zorrilla de San Martín el anillo que le otorgaba el título de “Juana de América”...
EL ARPA DORMIDA: Los versos del Capitán, de Pablo Neruda, por Ancrugon
Mucho se discutió el anonimato de este libro. Lo que yo discutía en mi interior mientras tanto, era si debía o no sacarlo de su origen íntimo: revelar su progenitura era desnudar la intimidad de su nacimiento. Y no me parecía que tal acción fuera leal a los arrebatos de amor y furia, al clima desconsolado...
EL ARPA DORMIDA: Bécquer y la estética del sentimiento, por Ancrugon
“La mejor poesía escrita es aquella que no se escribe.”
Lamartine
Gustavo Adolfo Bécquer, el hombre de mirada soñadora y cabello revuelto, según lo pintó su propio hermano Valerio, permanecerá joven para la eternidad.
Como suelen hacer los elegidos de los dioses, les entregó su espíritu a la temprana edad de treinta y cuatro años un 22 de diciembre del año 1870, y aunque desde los veintiuno padecía de tuberculosis y algún que otro problemilla venéreo y moral, dicen que el óbito le vino por un enfriamiento… pero en el momento de su tránsito el Sol se ocultó tras la Luna tornando el día en noche durante unos minutos… ¿coincidencias?... puede, pero los astros tienen esas cosas….
EL ARPA DORMIDA: Amado Nervo y la Serenidad, por Ancrugon
Tal vez la aportación más destacada de México al modernismo poético sea la voz de Amado Nervo, nacido en Tepic, desde donde se pueden contemplar los atardeceres sobre las aguas del Pacífico, un 27 de agosto de 1870, con el nombre de José Amado Ruiz de Nervo, fue un poeta de palabra fecunda y verso sigiloso y ágil capaz de enredarse tanto en las ramas de los sueños como en las raíces de la realidad.
EL ARPA DORMIDA: Rogelio Buendía, el violín desconcertado
“Soy un violín desconcertado y mudo
y quiero arrinconarme,
y yo mismo me eludo
porque tengo pavor a emocionarme”.
Se dice de Rogelio Buendía, onubense de nacimiento, allá por el 1891, que anduvo por los caminos de la poesía probando de todas las fuentes y mordiendo en todos los frutos, por lo que su voz tenía tantos timbres y tanto tonos, como pasiones dormitaban en su alma e ismos fungían sus efímeros cargos de estrellas fugaces. Médico de profesión, aunque ave de espíritu, se esforzó por desentrañar los secretos encerrados en la arcilla de las palabras, para poder modelar lo inefable en goteos de rimas y en corrientes de pasiones que abandonaba a su suerte en las páginas literarias que pululaban sobre los candiles del momento, y así, cuando sólo contaba con veintiún años de edad, tal vez todavía bajo la influencia de los cisnes y palacios, las princesas y los hados, afilió sus versos al sentir modernista, ya de pelo cano, con su volumen primerizo El poema de mis sueños, al que siguieron, con idéntica filiación, Del bien y del mal, en 1913 y Nácares, tres años después.
EL ARPA DORMIDA: A Luis Eduardo Aute, por Ancrugon
Hoy pasaba por aquí y he decidido escuchar algunas de tus canciones, compañeras de mis sueños en años pretéritos, cuando todavía tenía fe en muchas cosas y esperanza en las otras, y de nuevo ha penetrado en mí algo indefinido que, como un gusano ácrata y libertario, se arrastraba por los intestinos del recuerdo liberando mariposas prisioneras en sus crisálidas del conformismo, y de nuevo he sentido el cosquilleo de la libertad… Gracias Luis.
EL ARPA DORMIDA: En el zaguán espera la noche, por Ancrugon
Llegó un momento en el que comencé a preguntarme por el sentido de mantener una relación que sólo me producía desasosiego e insatisfacción, que parecía existir como tal sólo en mi imaginación o en mi incapacidad para ver la realidad, que me costaba sacrificios y aflicciones, que me hacía descubrir el verdadero rostro de la soledad y vestía mi ánimo con los duros ropajes de la frustración… y no hallaba respuestas… ¿No era una estupidez invertir mis tesoros más preciados en un negocio tan ruinoso y abocado a la quiebra?... Sin embargo sólo yo no parecía darme cuenta… Y entonces, tras una pequeña separación estival, las cuestiones obtuvieron resultandos en forma de dispersas revelaciones y de ir encajando piezas olvidadas del puzle de la memoria y sobrevino el descubrimiento...
El arpa dormida
Los poetas de la calle
Ancrugon – Mayo 2013
Allá por diciembre del pasado año, nuestro compañero Raúl Molina ya nos habló de este fenómeno en su artículo “Paredes que hablan de poesía”, correspondiente a su sección “Cajón de sastre”, el cual sería bueno que leyeseis antes de continuar con éste puesto que se complementan:
http://www.ancrugon.com/caj%C3%B3n-de-sastre/paredes-que-hablan-de-poes%C3%ADa/
Hoy simplemente queremos ampliar algo más sobre este fenómeno de poesía urbana que está tomando un auge increíble en las calles de las ciudades americanas, y cuando nos referimos a América lo hacemos a la de habla latina (español o portugués), pues el planeta norteamericano está por encima del bien y el mal mirándose en su propio ombligo.
El arpa dormida
Caminante no hay camino…
Ancrugon – Abril 2013
Al proponer el tema del mes, el camino, se nos vino a la memoria el poeta eterno que quizá lo ha utilizado con más frecuencia en su simbología poética, Antonio Machado, para quien este concepto representaba la vida en su transcurso, en su pleno devenir, la vida como un peregrinaje hacia una meta o una simple búsqueda tal vez de sí mismo y, por ello, los caminos aparecen en sus poemas desde el principio, pues es desde el inicio, desde el primer paso, cuando el alma inquieta comienza a perseguir los sueños y las ansias de vivir. Sin embargo, con frecuencia, tal vez a causa de la ignorancia de los pocos años, o en el poco aprovechamiento de los transcurridos, el caminar se hace errante, sin rumbo fijo, en un desconsuelo y nostalgia de lo no vivido, de lo no hallado, lo cual, inevitablemente, provoca un miedo existencial a la propia llegada, porque el camino representa la vida que va pasando y se teme la llegada del inevitable final:
El arpa dormida
Lo dicho al viento
Ancrugon – Febrero 2013
El amor no es poesía, pero la poesía no existiría sin amor. La aparición de uno no implica obligatoriamente la existencia del otro concepto, sin embargo la relación mantenida entre ambos durante siglos y siglos ha sido fructífera y fecunda, germinando de su cópula volátil y etérea los aleteos de la palabra que aspira a volverse cuerpo. Por eso mismo, porque el amor es mucho más que un simple sentimiento, se separa de su existencia anímica y abstracta para convertirse en materia con ardiente voluntad de fuego en cada roce, en cada beso, en cada calor transferido… Y como desde su nacimiento, allá por el génesis de todas las cosas, ha mantenido su rol de eterno aspirante a ser humano, su inefabilidad se ha transformado en voz y la voz en palabras construyendo, golpe a golpe y piedra a piedra, la inaccesible Torre de Babel de la poesía.
El arpa dormida
Mario Benedetti, o la poesía cercana
Ancrugon - Enero 2013
Es Mario Benedetti un escritor de amplio recorrido y en su abanico se acomodan una gran variedad de estilos y géneros literarios, pero este hombre cercano y entrañable, nacido para el mundo en Uruguay, allá por el año 1920, exactamente el 14 de septiembre y en el Paso de los Toros, Tacuarembó, para ubicar con precisión las coordenadas del tiempo y el espacio, fue poseedor de una gran virtud para todo creador: la capacidad de comunicar, su sencillez, su insaciable necesidad de enseñar y aprender…
El arpa dormida
maría Mercedes Carranza: Sobran las palabras
Ancrugon – Diciembre 2012
Según dijo Daniel Samper Pizano, María Mercedes Carranza ejerció una de las pocas libertades que les iban quedando a los colombianos, que no era otra que “la de escoger morir antes de que tomen la decisión por uno”. Y eso fue lo que hizo esta mujer alegre y risueña el jueves 10 de junio de 2003, al ingerir una sobredosis de antidepresivos. ¿La causa?... pues es difícil saber cuál es la gota definitiva que desborda el vaso, porque ese secreto se lo llevó con ella, pero a María Mercedes no le agobiaba la vida, como lo demuestra en su carta de despedida dejada a su hija Melibea donde le hablaba de amor y juventud, sino la muerte y la injusticia que se le habían acumulado en las últimas fechas: “¡Ay, este país nos está matando!”...
EL ARPA DORMIDA: Alfonsina Storni, vestida de mar, por Antonio Cruzans.
El 23 de octubre de 1938, el diario bonaerense La Nación recibió un poema de Alfonsina Storni titulado Voy a dormir, que decía así: ...
EL ARPA DORMIDA: María Emilia cornejo, la muchacha mala, por Ancrugon
María Emilia Cornejo fue mujer de vida corta y poetisa de un solo libro, pero un alma de desesperación inmensa y soledad de las que alargan el camino.
EL ARPA DORMIDA: Gacelas de Lorca, por Ancrugon
Hoy, en el apartado de “El arpa dormida”, nos visita el embrujo andaluz de uno de los poetas icono de la Generación del 27, Federico García Lorca. La muerte prematura, violenta y gratuita de este gran fabricante de sueños, hizo que su figura, ya importante por su creación literaria, se rodease de una aureola de misticismo libertario que le acompañará a lo largo de la historia.
EL ARPA DORMIDA: Haikus de otoño, por Ancrugon
El haiku consiste en un poema breve de tres versos. El ritmo de los mismo se dividía en moras, teniendo en cuenta la distinción entre sílabas breves y largas, pero en castellano, ya que esa distinción no existe, lo computamos mediante sílabas, así los tres versos serán de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Aunque no siempre los poetas cumplen con estas reglas tradicionales y se permiten diversas licencias a la hora de escribirlos. Otro caso diferente es el de las traducciones, pues es raro que coincidan los periodos fonéticos entre dos lenguas diferentes.
EL ARPA DORMIDA: Tu nombre, por Ancrugon
El nombre de la persona amada es una obsesión para los enamorados… y los poetas suelen estarlo… aunque simplemente sea del amor.
Muchas creaciones se han realizado pensando en un nombre e infinitos nombres han inspirado bellas páginas.
El nombre evoca a la persona y la ausencia, aunque no se solucione, se mitiga con el sonido de esa palabra deseada…
Tu nombre…
EL ARPA DORMIDA: Autorretrato, por Ancrugon
El autorretrato consiste en dejarse en evidencia ante los demás describiendo, con justicia y sinceridad, cómo nos vemos a nosotros mismos; esconder nuestros defectos y maquillar nuestra imagen no es una autorretrato, es simplemente una descricpción fantástica que se aleja de la realidad.
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