Estamos en la Inglaterra de 1437:
Enrique VI tiene ahora la edad suficiente para tomar el trono tras la muerte de su padre 15 años antes. Sin embargo, "The Lamb” (el cordero, como se conoce al joven Henry) no es un hombre fuerte y
autoritario como su padre, quien atemorizaba por igual a enemigos y aliados. Enfermizo, débil, profundamente religioso y amante de la paz, Enrique VI delega sus obligaciones en sus hombres de
confianza. Sobre todo, en Guillermo de la pole (duque de Suffolk) y en el intrigante Derry Brewster, quienes son la última línea de defensa antes del rey. Ambos depositan muchas esperanzas en el
matrimonio de Henry con Margaret de Anjou, lo cual cerraría bastantes heridas con los franceses, sin embargo, no todo parece tener los efectos deseados.
Durante el transcurso de los hechos
narrados en este libro, se nos presentan personajes históricos y otros inventados, pero resultando algunos de ellos de una fuerza y un atractivo que los hace bastante interesantes, como los ya
nombrados William de la Pole, quien existió en la realidad, o el peculiar Derry Brewster, una figura de ficción, ambos trabajando, codo a codo, por el buen nombre del rey; también el valiente Thomas
Woodchurch, un ex arquero del ejército inglés, cuya lealtad se resquebraja al descubrir la connotaciones del Tratado de Matrimonio y Paz de Enrique y Margarita, o el rebelde Jack Cade, el primero
ficticio y el segundo real y bastante conocido en el sur de Inglaterra. Todos, en muchos casos, antagonistas, tienen razones justificadas para actuar como lo hicieron, pero en la novela no se les
juzga, sino que simplemente se nos presentan sus actos tal y como fueron para que los lectores saquemos nuestras propias conclusiones.